Eran las 18.00 de la tarde del lunes cuando recibí un mensaje de mi amiga Ivania, el martes ya tenía planeado bajar a Madrid para pasar por los showrooms de MBFWM y ver las últimas propuestas para la primavera 2015 de los nuevos talentos, pero cuál fue mi sorpresa al leer ese mensaje en el que había una invitación directa al pase de Beatriz Peñalver, su hermana, en la Samsung Ego de la pasarela madrileña.
Creo que no tengo que explicar la emoción que sentí, primero porque a una le alegra que se acuerden de ella en momentos así, segundo porque me apasiona la moda y acudir a un evento así es, cuanto menos, curioso. Y tercero, porque he seguido a Bea desde el inicio de su fulminante carrera y me apetecía mucho ofrecerle mi apoyo, aunque fuera con mi sola presencia, en un momento tan importante para ella.
Y lo disfruté, mucho, desde el instante cero… se apagaron las luces, se encendieron los focos de la pasarela y de fondo empezó a sonar ese quejío flamenco que a todo amante de este arte nos pone los pelos de punta y como si de una película de Almodovar se tratara, en la pantalla principal empezó a proyectarse “Perfidia”, un cortometraje de Raúl Rosillo y la propia Beatriz Peñalver, de apenas cinco minutos de duración en el que se cuenta la historia de una novia gitana y de su sufrimiento.
Y seguido al corto, la colección, “Perdón”, 25 propuestas de trajes espectaculares derrochando creatividad en cada pliegue y que han conseguido emocionarnos a muchos de los que allí estábamos. Enhorabuena a todo el equipo y gracias por el claro ejemplo de que nada es gratuito, con trabajo, sacrificio y esfuerzo todo es posible, hasta los sueños y vosotros lo habéis demostrado.
Fotos: Vogue
Madrid, septiembre de 2014